domingo, marzo 25, 2007

Fetiches

¿Hasta que punto somo fetichistas? Después de una tarde intensiva de preparaciones de eventos, venía yo tan ricamente en mi medio de transporte público preferido (el metro...preferido evidentemente por la calidad, por supuesto!por si quedaban dudas, eso es ironia) leyendo lo último que pretendo terminar (porque ultimamente me da por empezar las cosas y no terminarlas) y no se si por el aburrimiento supremo, por lo influenciable que puedo llegar a ser con eso de la palabra escrita o porque puestos a pensar prefiero hacerlo sobre el abstracto, me he pasado el camino que me quedaba a casa pensando en mis fetiches... y tengo infinitos y los llevo hasta el extremo.
Y no sólo yo, claro... por que...a ver...
¿quien no tiene manias con cómo se estruja la pasta de dientes (que no se estruja)?¿no preferis escuchar una determinada canción cuando salis de casa o cuando llegais a casa? ¿no llevais encima cosas inservibles sin las que os parece imposible salir (y eso incluye toda esa guarreria que hay en las carteras de la gente y que uno habitualmente prefiere no mirar porque entonces sabe que lo tendrá que tirar o guardar en esa otra cartera que no utilizas nunca pero que incomprensiblemente tiene cosas)?¿hay alguien que no tenga una camiseta/pantalón/vestido harapiento que unicamente puedes utilizar cuando estas en casa porque cuando lo compraste o te lo regalaron está claro que no tenia esos agujeros y que los manchones no forman parte de ninguna moda que ni tu ni nadie recuerda? ¿soy la única que se empeña en ponerse compulsivamente alguno prenda que ya se ve a la legua que no es nueva y que, incluso a veces, te genera dudas sobre si en algún momento lo fue? ¿ no me digais que no teneis sujetadores preferidos?! (bueno, ya se que algunos no...)...ay, a ver si va a ser que mi Yo enfermizo es más grande de lo que yo creía... no, no, somos maniaticos compulsivos y terminamos creando fetiches de la nada.
Por que ya me dirás que sentido tiene que prefiramos utilizar unos bolis a otros exactamente iguales, que utilicemos algunos cubiertos en lugar de otros, que guardemos cosas tan inservibles como calendarios de hace diez años, apuntes, recortes o libros que no hemos leido ni tenemos intención de leer. Y si, vale, que ya he hablado de que le cogemos cariño a las cosas por vete a saber que extraño motivo que te hacen verte con 60 años pensando en un tal Diógenes y en la razón que tenían algunos cuando te avisaban de lo útil que es tirar las cosas. Pero claro, es que tanta Cosa hace que con algunas te sientas más cómodo de lo normal, y que prefieras utilizarlas frente a otras quizás más útiles y pasan a ser fetiches. Vamos, como si por utilizar una determinada libreta/boli/agenda/sujetador fueras a ser el rey del mambo todo el dia!
¿Pero quien nos dice que eso no lo extrapolamos a lo abstracto? ¿no preferimos unas estaciones del año a otras? ¿no nos hace pensar que durante ciertas épocas parece que todo va mejor? ¿no guardamos en nuestras cabezas iconos del pasado hasta convertirlos en puntos de partida? ¿no convertimos a personas en personajes de nuestra historia que adquieren más importancia con el tiempo que la que tenian en su momento, y no por lo que nos hacen sentir sino por el papel que les hemos dado?¿quien no recuerda constantemente al malvado/a de hace mil años aunque sepas de sobra que estas más que preparado para cualquier situación similar que pudiese darse ahora? ¿quien no le ha dado importancia a alguien del pasado cuando sabes que realmente ya no tiene importancia?
Además de mi ¿quien más piensa después de leer esto que se me pira la pelota? O_O
En fin, lo dicho, que el metro es infernal, que en lugar de terminarme el libro de fetiches lo voy cambiar por otro que hable, no se ¿de ardillas? lo mismo así me da por elucubrar sobre la importancia de las prácticas gastronómicas de las ardillas en nuestra vida sexual porque visto lo visto cualquier cosita me da pie a divagar!
Nada, será cuestión seguir dándole vueltas a la gran pregunta: si en "El mago de Oz" Dorthy buscaba su casa, el hombre de hojalata el corazón, el espantapajaros el cerebro y el león el valor...¿que coño buscaba el perro?

15 comentarios:

david dijo...

Qué triste me parece que para darle profundidad intelectual a tu blog tengas que robarme a mí las preguntas existenciales. Lo del perro de Dorothy merece que te demande.

Hola, me llamo David y soy tu contraejemplo con patas. No tengo una forma favorita de hacer casi nada. Puede que las haga de una forma, pero si alguien sugiere otra, suelo aceptarla. Discuto antes, pero porque me gusta discutir. Las cosas que llevo a cuestas sin razón las llevo por despiste; a veces, cuando las veo, las tiro, o las guardo en algún lugar. Luego, cada tantos años, guardo las que están tiradas. Borro del teléfono los números que no uso, los de la gente a la que nunca llamo y que nunca me llama. Me gusta mi ropa, pero no tengo favoritismos con ella. Puedo ponerme una prenda hasta romperla, y comprarme otra y tan feliz (mírame las zapatillas, por dios. No, mejor no las mires). A los bolis sólo les pido que pinten, últimamente, habiéndome ido a la esencia de los mismos; ya sólo busco su razón fundamental. Si la cumplen me valen. Me gustan todas las estaciones del año, si lo pienso bien. Y hace siglos que no tengo (en el sentido más amplio de la palabra, en el sentido de que exista uno en mi vida, no en el sentido de que fuese realmente mío ni me lo pusiese yo) un sujetador favorito. E incluso entonces era mi favorito porque fue el que vi y recordé un par de veces más que los demás.

Pensando en lo que escribo, qué triste, parece que todo me da igual. Se me come la apatía y el desinterés.

Claro que tampoco es así. Igual tus filosofías sobre los fetichismos pueden aplicarse a los gustos musicales, en ese caso sí que lo soy, de lleno. O a algunos amigos.

Y deja tranquilas a las pobres ardillas, con sus débiles corazones hiperactivos. Las que había antes en el Retiro se extinguieron entre los secuestros y la muerte por infarto (por lo visto sus corazones no estaban preparados para el estruendo de la vida urbana, ni su desconfianza para el madrileño típico).

inesyalfon dijo...

claro que sí! todos tenemos "manías"...hasta no tenerlas tanbién es un estilo "maniático" de vivir...
muchos besos!

inesyalfon dijo...

acabo de poner super falta de ortografia...el cambio horario que me mata...

*V* dijo...

David, seré breve: tu cámara de fotos. ;P
Pues es verdad nesi! bien pensado tener mania a las manias no deja de ser una (y lo de la falta de ortografia, nada, se arregla diciendo que te da mania la palabra escrita de otra forma ;D)

david dijo...

Mi cámara de fotos no es un fetiche, es una cámara de fotos v_v

La quiero porque como herramienta es la hostia, y porque me deja, muy de cuando en cuando, hacer una foto que me gusta.

Pero si fuese un fetiche no estaría ya pensando en cuándo darla por amortizada y empezar a ahorrar para la siguiente, una que me deje bajar la ISO a 100, por ejemplo, y que me deje hacer fotos con mayor resolución.

Que me guste no la convierte en fetiche por defecto; si practicas ese juego casi cualquier cosa puede definirse como fetiche, y las definiciones demasiado amplias vienen muy bien para abarcar mucho, pero dejan de tener utilidad precisamente por ser demasiado generales. La frontera entre el alcance y la precisión.

Anónimo dijo...

joer vero me has quitado el 1º fetiche de david, pero me he acordado del la grimbergen(o como se escriba).
el perro del mago de oz no quiere nada, solo sigue a alguien a quien quiere para volver a casa a poder seguir teniendo la feliz vida de un perro de campo, vamos que es el mas listo de todos, claro que si uno de ellos no tenia cerebro y otro es de laton la cosa no tiene mucho merito.
vamos que el perro hace lo que hacemos todos los demas.

P.D. No soy hugo

Pipilota dijo...

Yo sí tengo un pequeño problema sindromeicodiogenesiatico, pero me viene muy bien sacudírmelo en días de angustia vital.
Eso de revivir y defenestrar momentos del pasado en enormes bolsas de plástico y dejar sitio para cosas nuevas que reclaman su espacio, me deja suave como un guante de cabritilla.

Ahora mismo voy a ver donde puedo depositar (fuera de mi casa, claro) las chiquiticientas películas de video que atestan la azotea de mi armario.

*V* dijo...

david, empiezo a pensar que en materia sexual eres un coñazo porque los fetiches tambien pueden ser sexuales, por supuesto! además al fin y al cabo un fetiche no deja de ser un objeto al que le asociamos un significado que de por si no tiene y que pasa a ser importante para nosotros bien sea porque nos despierta algún tipo de sentimiento llámalo placentero, místico o dramático y en el plano en el que todos tenemos algún tipo de fetiche no deja de ser el sexual... hasta un perfume puede ser un fetiche!
Joser, ya empezaba a pensar que abundan los Hugos! XD.. muy gracioso corason, muy gracioso ;P
es verdad, la grimbergerg es otro fetiche de aquí el hombre jejejeje
Entonces el papel del perro de Dorothy no tiene ningún sentido en la película...a no ser que demos importancia a la teoria de que estaba enamorado de Dorothy....
Yo intento quitarme a Diógenes de encima pero reconozco que me cuesta horrores :S ...así que Pipich te veo dándome clases!

david dijo...

Te contestaría, pero mira, prefiero verte derrumbada y convertida en una masa babeante: Haz click aquí,

http://www.youtube.com/watch?v=EXPDw_nh4KI

Fuego pa tu fetichismo.

Anónimo dijo...

Bah, yo pensaba que ibas a hablar de excitantes juegos eróticos incluyendo botas de cuero y masturbaciones con los pies. En este terreno prefiero guardarme mis gustos.

En cuanto a lo otro, yo tengo amuletos. Son para recordar cosas. De momento son un colgante y una pulsera, pensando ya en ampliarlos a dos pulseras, dos colgantes y un anillo. Aparte de eso, me encantan las tazas con dibujos de cerdos.

*V* dijo...

:D
babeante total, tu lo has dicho! QUIERO VERLA...YA! sólo por el señor Sparrow, el resto de la película me da igual!
¿ves por qué una no termina hablando de juegos eróticos ni prácticas sexuales? porque luego los participantes se guardan su opinión!! y entonces sería profundamente aburrido!
Uy! amuletos, yo de eso también tengo, y mira que a mi la joyeria no me atrae nada pero ahora mismo reconozco que me siento más cómoda si me pongo los pendientes de Sión, la pulsera de Jesus y el anillo de mi hermana... eso si, negro todo... la fijación con ese color tampoco debe ser buena...

david dijo...

Para que veas hasta donde llega mi manía de llevarte la contraria vengo aquí a admitir que sí, que soy un fetichista. Pero sólo porque en una conversación telefónica me has dicho que jamás admitiría en público que puedas tener razón y que siempre tengo que llevarte la contraria (es una situación ganadora, haga lo que haga te la llevo, ji ji).

Pues sí. Se puede considerar fetichismo comprarme CDs que nunca llego a abrir, porque ya tengo los mp3, que son lo que uso. O comprarme películas. O ir a ver pelis por segundas, terceras y cuartas veces (un fetichista de los cines). O coleccionar tornillos (he encontrado uno de camino a casa, por cierto). O buscar fotos porno para sacarle fotos decentes y misteriosas y bonitas a las muchachas que se contonean metiéndose cosas por sitios. O no haber arrancado aún la etiqueta del vuelo Munich-Budapest a mi bolsa de viaje.

Y seguir disfrutando en evidente actitud masoquista de tu conversación telefónica no lo pongo porque eso lo mire como lo mire no es fetichismo, es perversión.

Un beso, guapa, y gracias por todo.

Anónimo dijo...

Pues si hay que hablar de fetiches... Seguro que os gano a todos. Tengo un fetiche que no se ha separado de mi desde hace... Pufff ni me acuerdo, pero aproximaría su fecha de adquisición a unos 13 años atrás. Un día o una noche, ya ni siquiera se como me lo dieron, llego una señorita muy guapa y me regaló un colgante con una luna que brillaba en la oscuridad. Desde ese día y tras sucesivos cambios de cordoncito aún su luz me ilumina en las noches más oscuras.

Es curioso porque le ha pasado al colgante millones de historias. Me han presionado para que me lo quite de muchas y muy diversas maneras y jamás he querido ceder a eso. Ahora, no me preguntéis porque, porque no tengo ni idea. Solo se que un día decidí no quitármelo nunca y de momento así lo he hecho.

*V* dijo...

:) ahora mismo no tengo muy claro cual es mas mono de los dos!
Es verdad Deivid, tu gran fetiche es llevarme la contraria, sin duda! aunque luego reconozcas que tengo razón (eso si, como si la idea hubiese sido tuya eh? XD)..los tornillos, es verdad! y las zapatillas, por supuesto ;P
Gracias ninguna corason, para eso estamos, que si hay que echarte a bronca telefónica se te echa y punto, que yo para la empatia y los consejos soy pésima pero para tocar las narices no tengo rival ;P
Además, para eso estamos, ya sabes.
El colgante! lo que yo no entiendo es cómo todavia cuando te veo me asombro por vertelo puesto! nada, nada, recuerdame que te regale otro ;p (es verdad ¿cuando te lo regalé? :S )y por supuesto, gracias por lo de señorita ( y lo de guapa, claro XD).
Me alegro que te siga iluminando corason, de eso se trataba ;p
Besos!

Anónimo dijo...

No es que no te agradezca que quieras omprarme otro colgante. peros i te soy sincero. No creo que pueda tener el mismo efecto. Aunque si te digo la verdad un pulserita... Lo mismo me venia bien y me complementaba.

:)