viernes, junio 22, 2007

Gran vía



... y ahí andábamos...en mitad de una Gran via atestada de gente, en pleno centro de un Madrid que poco le queda para ser asfixiante a pesar de que este año se empeña en intentar engañarnos con temperaturas más propias de una primavera que creíamos desaparecida que del comienzo del típico verano agobiante madrileño... intentando no sucumbir a los atropellos de la gente que intentaba llegar a toda prisa a algún lugar, a pesar de que por las horas que eran no deberían de llevar prisa de ningún tipo, en el fondo las ocho de la tarde es un buen momento para dejar la prisa en casa, o en la oficina, o donde sea...

.... y en esas seguíamos mientras te descubres pensando que por qué extraño motivo se te ha ocurrido pensar que ir al centro por la tarde es una forma de desconectar, de relajarte, y no entiendes porque nadie ha secundado la idea que, a priori, concibes suicida.... y empiezas a no entender nada, claro, porque con tanto empujón, tanto ruido, tanto coche y tanta gente es imposible que nadie lo considere el mejor lugar para desconectar....

...pero lo es. Es el mejor lugar para perderte precisamente porque es el lugar adecuado para que nadie te encuentre. Eres uno más entre mil, mil cabezas más que no te ven, que siguen con su ruta cargada de prisa y con su interés centrado únicamente en su pensamiento.... y te vas dando cuenta que, incluso sin quererlo, te adaptas a ello, te creas tu espacio en mitad del tumulto, eliges tu propia banda sonora y caminas en mitad de la marabunta por la misma calle pero con tu propio mundo....

....y aprendes a escoger los sonidos que más te gustan, las escenas que prefieres, a construir tu espacio vital en mitad de todos los demás, a encontrar el mejor sitio para un café con tortitas o para un zumo o para lo que se tercia (todo sea por sentarse y seguir hablando o seguir divagando o lo que surja, total...). Consigues aislarte en una sola conversación, contigo o con otros, da igual, va a seguir formando parte de ese micromundo que te creas en mitad de una Gran Vía madrileña atestada de pequeños mundos que te rodean y que, sólo a veces, interfieren en el tuyo para obligarte a ser consciente de que, sin duda, hay lugares mucho más silenciosos, relajantes y vacíos que ese, pero no tan efectivos para perderte.

La foto está robada a Javier vallas y la música, debería de ser la de los músicos de Preciados que hacen mi banda sonora de los paseos por la atestada Gran via, pero eso aquí me parece imposible reproducirlo, que le vamos a hacer

4 comentarios:

david dijo...

Yo ya sabes que no creo en patrias ni banderolas ni ná de ná de to eso (es que vengo ver videos del Gañán y se me ha despertao la esencia rural), pero si tuviese que elegir un sitio así como propio y personal, elegiría probablemente la Gran Vía. Aunque sólo sea por los días y las que he pasado buscando bares por las perpendiculares (ya estamos con las rimas, hay que joderse) o practicando registros en la Casa del Libro o en el difunto Madrid Rock...

De todas formas la Gran Vía es para verla de noche en verano, a esa hora en la que andan limpiando y ya no queda casi nadie, cuando no hace ni pizca de calor y las calles empapadas brillan y por no haber casi no hay ni tráfico...

Aunque yo siempre recordaré, de ella, el día que fui a ver Al Límite, de Martin Scorsese, tuvo que ser una de las primeras pelis que fui a ver solo al cine... El caso es que al terminar la película Scorsese, el puto amo en bandas originales y un enorme retratista de ciudades, hay una canción, pero cuando la canción termina siguen las letras y no hay una segunda canción, simplemente el ruido del tráfico de no sé qué sería, digamos Nueva York. Y yo salía del cine con el rumor y el pulso y el latir de (digamos) Nueva York a la espalda y según salía se fue mezclando, reciclando y convirtiendo en el de la Gran Vía. Fue todo un viaje de vuelta transoceánico en cosa de veinte metros. Salí escuchando la ciudad como nunca antes, de hecho no me puse ni música, y sabes lo raro que es eso, y fui todo el camino a casa escuchando con toda mi concentración puesta en eso, en la banda sonora que puede ser el espectro de ruidos que van del rumor (o incluso el silencio) al escándalo y que se escuchan, como ninguna otra cosa, en la Gran Vía.

Calle que por otra parte, y no sé a quién pretendes engañar, tú sólo quieres porque está atestada de tiendas de ropa :P

Pipilota dijo...

Estoy de acuerdo con eso de sitios atestados que "en ocasiones" son los más mejores para desconectar.
Para mí no es simplemente la Gran Via si no todo el Centro, me ha encantado ver como has contretado cierta cosa que aunque sé que estaba ahí... no la tenía localizada en palabras.
La foto es ideal, la elección de la música inmejorable.

inesyalfon dijo...

la gran via una madrugada de fin de semana. eso sí que es madriz madriz. a ver si este verano puedo ir a pasearme por ahi!

*V* dijo...

:)
Si, señores, la verdad es que Madriz puede ser muy agobiante pero habrá que reconocerle esa parte de encanto que tiene para que gente tan estupenda como nosotros la sigamos idolatrando