Me voy...

... y vuelvo el lunes, claro, más me gustaría a mi poder irme ya de vacaciones pero no, me queda todavía una tiradita.
Así que se presenta otro fin de semana más de piscina (que espero sea tranquilo por la ausencia de familiares que han huido allende los mares), de noches de terracita bajo una parra asesina y con camareros hippies que, a pesar de aguantarnos toda la noche, se ofrecen voluntariamente a ofrecernos un desayuno mientras seguimos disfrutando del fresquito serrano, de las cañas al caer la tarde con unos pinchos descomunales que te crean serias dudas sobre si vas a querer cenar o no, de las charlas infinitas y los planes constantes......fines de semana de esos en los que pierdes el tiempo y no te dan ganas de encontrarlo, en donde abandonas los 50º que seguro que se alcanzan en el asfalto madrileño para respirar y darte cuenta de que puede haber lugares en los que el olor es agradable, para dormir en absoluto silencio, y poder perderte sola en absoluto silencio.
Un fin de semana sin tele, sin ordenador, prácticamente sin movil y sin tiempo, para volver a Madrid el lunes un poco más oxigenada a soportar la semana laboral y empezar a disfrutar de otro tipo de vacaciones, las de jugar a las casitas.
Pasadlo bien!