lunes, octubre 15, 2007

Atento

Cuatro años, casi nada... y el viernes fué mi último dia laboral y mañana firmo lo necesario.

Cuando entré a trabajar en Atento me quedaba media carrera por terminar, tenía la intención de que fuese algo más temporal de lo que ha sido y para nada esperaba ni la mitad de todo lo que he vivido allí.... la empresa, una mierda cómo todas las empresas que venden trabajo basura, la gente, estupenda, como la gran mayoría de la gente que trabaja en estas cosas.

Además de mil conocimientos sobre telefonía movil que no me sirven para nada (aprovecho para recordaros que si quereis algo de Movistar a partir de ahora os toca llamar a Atención al cliente ;P), cuatro "ascensos" que lo máximo que me han proporcionado es poder saltarme ciertas convenciones, más prepotencia (si cabe!) a la hora de atender una reclamación del servicio (siendo consciente de que no se referían a ascensos económicos), y mil peleas y reuniones que han hecho que me sepa, además del convenio, mil nombres inservibles y ver lo bajo que pueden caer las personas, lo que realmente me han proporcionado es un grupo de personas estupendas que me han enseñado y aportado mucho más que cualquier empresa.

Me llevo eso, amistades que espero que duren (algunas ya se que permanecen), los recuerdos de las risas, las conversaciones sobre mil vidas diferentes, la mínima experiencia que te da el pelearte contra lo imposible, sola y en grupo, la satisfacción de ver como se consiguen los pequeños logros, las pequeñas dosis de sabiduría que te proporcionan los que menos te esperas... me dejo, eso si, a gente que en mi dia a dia se habían convertido en imprescindibles, me dejo sus bromas, sus abrazos, sus risas, su paciencia, esas costumbres que adquieres y que no eres consciente de hasta que punto las has convertido en importantes.... me dejo a Nines y su vena maternal, a Antoñito y su veneno, a Silvi y nuestras risas y marujeos, a Olga con su seriedad innata, a So y su perfeccionismo, a Marta y nuestras vidas sentimentales, a Ali y su sarcasmo, a Ramón y su incapacidad para estar serio, a Caroline y su exageración de su vena francesa, a Laura con sus gestos, a Benji y nuestros mil juegos, a Moralo con su mala hostia...

El jueves y el viernes me las pase en modo melodrama, por supuesto, yo lo advertí, una despedida sin lagrimones no es una despedida ni es nada!me ha costado más de lo que yo pensaba dejar Atento y no precisamente por las condiciones laborales (en fin) sino porque todavía me puedo permitir el lujo de estar en un trabajo por la gente que lo forma y no por sus condiciones, que no deja de ser lo mismo por lo que lo dejo. Me alegro de haber entrado en Atento porque me pesa más lo que me llevo que lo que dejo, me llevo la certeza de que he conocido gente increible que quiero que siga estando de algún modo en mi vida y, en el fondo, dejar, dejar, no dejo demasiado porque lo que merezca la pena va a seguir estando ahí.

El cambio es normal, y ya es hora de que me quite de encima las telarañas e intente agotar todos los medios para hacer algo con mi carrera (lo se, lo se...) pero una no puede evitar tener esa debilidad con las personas y es que sin ellas ¿que nos queda?.

7 comentarios:

Verónica dijo...

Sin las personas no nos queda nada, o, eso opino yo. Y, mira, de una que lleva dieciocho años currando en el mismo sitio, a otra que, sin llevar tantos, cambia de lugar, tengo que decirte: ¡me das una envidia del carajo!

¿Qué por qué sigo aqui? Pues, eso, que una es una y sus circunstancias. Podría resumirse así. Eso sí, el día que yo me vaya (o me larguen, o esto se acabe, que nunca se sabe)no añoraré a ninguno de mis compañeros, vaya por adelantado y se note así más la envidia que me provocas.

Suerte en tu nueva etapa, de veras.

Pipilota dijo...

Te ha quedado un video chulísmo, y un post de lo más emotivo. Mancantao ^^

Juan Rodríguez Millán dijo...

Lo mismo digo, nada de nada. Yo siempre pensé que viviría algo parecido al irme de mi anterior empresa, la primera, pero cuando llegó el momento ya se habían ido todos y estaba totalmente solo.

Tener una buena despedida también forma parte de ser y sentirse querido, y por eso yo también te envidio.

Mucha suerte en tu nueva etapa.

inesyalfon dijo...

la verdad es que en atento nos lo hemos pasado de miedo... pero confía en mí... las que merecen la pena permanecen y ahora tienes el mundo entero a tu disposición.

escribe un post de tu curso de lenguaje de signos que me muero de la curiosidad!

david dijo...

Pensamiento recurrente del jueves (al menos hasta que el pensamiento recurrente fue "ohmierdamierdamierda, nos hemos perdido, ohmierdamierdamierda"): Pues si tú estás así, las lágrimas que ellos debían estar derramando por perder la presencia diaria de alguien como tú deben estar causando estragos Tajo abajo. Riadas en Extremadura, medio Portugal anegado, el Atlántico subiendo doce metros de golpe...

Lo que dice Ines: Lo bueno se queda. Tienes miles de ejemplos al respecto.

Y lo que ya te he dicho: No te entristezcas por perderles, alégrate por haberles ganado.

ROSA dijo...

Estás igual que mi amiga Marta.
Te diré algo por si te sirve (a mi me sirvió en su momento).

"Siempre fallarás el 100% de los tiros que no te atrevas a lanzar"...

*V* dijo...

Gracias chicos, la verdad es que entre unas cosas y otras soy un pastelito de persona ultimamente XD
La nueva etapa pues bueno, intentando que salga bien (en fin Inés, eso me recuerda que no hay nada por ahora que contar del curso :( ), pero vamos, que me quedo con la frase de Rosa que me ha encantao!
Y si, la verdad es que en Atento he ganado bastante, a ellos y a las que se fueron primero (Ines y noe, claro! ;*)