viernes, octubre 26, 2007

De putas y de estrechas


Señoras, atentas por favor, que levanten la mano todas aquellas a las que a lo largo de su aún corta vida las han llamado mas de dos veces o puta o estrecha....
No es que recientemente me haya sentido ofendida por ello ni que de repente se me haya despertado una especie de pseudo conciencia reivindicativa al respecto, no, la verdad es que es todo lo contrario, es que me he dado cuenta de lo indiferente que me parece a estas alturas cualquiera de los dos términos y es que ha sido a fuerza de oirlo, bien sobre mi o bien sobre cualquier otra fémina, que ha pasado a ese cajón de la indiferencia tan amplio que hay en mi mente.
Más o menos desde que empiezas a sufrir eso tan mítico que es la regla pasas al grupo de las putas o las estrechas, especialmente durante tu adolescencia y premadurez (donde quiera que se encuentre situado ese periodo). Por supuesto que es algo que no te abandona nunca y que se mezcla con otros apelativos cariñosos a medida que vas creciendo (la mayoria, por supuesto, asociados a tu sexualidad... que graciosa la cultura.)
Es curioso que términos que parten inicialmente del sector masculino imberbe que te rodea, que crea una serie de apelativos asociados a tu sexualidad a pesar de que es un sector que no está capacitado para valorar en firme tu supuesta heterosexualidad, se extrapole con tanta facilidad y rapidez al sector femenino (imberbe también a su forma) que lo utiliza para ganar puntos ante este sector y poder desprestigiar lo que no deja de ser una ridícula amenaza para su recien estrenada popularidad.
Aunque actualmente para mi estos dos términos (que a mi entender nunca son utilizados como conceptos) son utilizados de forma cariñosa entre las féminas que me rodean, es cierto que en el comienzo de los tiempos cuando alguien decia de ti que eras una cosa u otra siempre había implicado un señorito imberbe y habitualmente estaba directamente relacionado por no cumplir con esas normas abstractas sobre las relaciones sentimentales: te convertías en puta o estrecha bien por liarte demasiado rápido con alguien y no hacerte de rogar lo suficiente, bien por todo lo contrario, de forma aleatoria... eso es lo curioso, nunca te quedaba demasiado claro que era lo que habías hecho mal porque te podían llamar puta por haber ido muy rápido o por todo lo contrario...a saber y más si tenemos en cuenta que eso empieza cuando aún la palabra sexo te parece tan grande que incluso te parecía mal mencionarla.
Con el tiempo, claro, te acostumbras a ello y lo desmereces, pierde la importancia que le pudieras dar al principio, de hecho lo consideras infantil porque lo ubicas justamente allí, en la urna de los miedos y la ignorancia de tus años mozos. Con el tiempo ganan importancia los insultos que tienen que ver con tus miedos y tu ignorancia actual, sea cual sea. Con el tiempo sabes que una puta es una señora muy mal vista por el ministerio de trabajo e incluso por el de la mujer (y hasta por las feministas) y que una estrecha es una que se está perdiendo algo muy divertido de forma voluntaria...a lo sumo tu puedes pasar a un nuevo sector integrado por las frígidas (y te da pereza explicar que no, que es que hay dos formas de hacer las cosas, o bien o mal... y que lo contrario sería un problema que a estas alturas ya habrías puesto en manos de especialistas).
Así que cuando alguien te llama puta o prefiere hacer lo inverso, terminas atacaita de la risa pensando que cómo es posible que a estas alturas alguien todavía siga pensando y creyendo en esas normas abstractas de buen hacer en relaciones sentimentales/sexuales y, lo mejor, consideras increible que alguien sea tan optimista (o pesimista según se mire) en relación a tu vida sexual/sentimental. A saber.
Lo triste es que sabemos que no es algo que nos vaya a abandonar con el tiempo, estamos condenadas señoras a ser siempre putas o estrechas aunque nuestra vida sea gloriosa, porque, a lo sumo, cuando pasas de ser una puta en primera persona terminarás convirtiendote en la "madre puta" que a todos nos jode que nos menten.
En líneas generales todo ello, claro, siempre están aquellos que desean juzgar tu promiscuidad (o lo que tu llamas estupenda vida sexual) o esa forma de utilizar eso de "puta!" para referirte, pongamos, a las compañeras de piso rastreras de algún que otro amigo. Lo que dan de si los términos....

7 comentarios:

david dijo...

Hmmm, yo no estoy de acuerdo en el origen que le das al insulto puta. El término no parte de los muchachos imberbes por las buenas, los niños empiezan a decir puta porque se lo escuchan a los mayores y se lo prohiben, o pretenden hacerse pasar por mayores, o saben qué significa y cualquier alusión sexual les da morbo, pero yo creo que el término, por lo general, suele estar vacío de insulto, y creo que es un error verlo por el lado del género o incluso por el de su significado, la mayoría de las veces.

No sé, los insultos la mayor parte de las veces no responden a su propio sentido; cuando decimos que alguien es un cabrón normalmente lo estamos llamando mala persona, no cornudo, y cuando llamamos a alguien hijo de puta estamos diciendo que es alguien horrible, no a que su madre sea o deje de ser puta.

Yo la verdad es que echo de menos insultos apropiados, porque muchas veces insulto a alguien, le llamo hijo de puta, y me quedo pensando que qué culpa tendrá la buena mujer y que por qué no tendré una palabra tan cargada de mal karma que pegue, semánticamente.

Por eso yo los insultos que más respeto y a los que más pavor tengo son los que sí significan lo que pretenden. Que te llamen tonto, o idiota, o imbécil. Imbécil, para mí, es el peor de los insultos, de hecho.

En cualquier caso, ¿dónde y quién ha sido el o la cretino o cretina que te ha insultado?, ¡que aún no lo he visto!

Pipilota dijo...

Pues la verdad es que tengo que retroceder a la época de antes de perder la virginidad para recordar que alguien me llamase estrecha, después no ha llegado jamás a mis oídos éste termino referido a mi persona y en mi cara, me convertí en difícil o inaccesible o todo lo contrario, dependiendo del caso, claro ;P
Y puta, sí me lo han llamado un par de veces, pero dadas las circunstancias, se lo perdoné a los profirientes.
Y te diría que a estas alturas me da igual si no fuera porque pillas alguna vez alguna conversación de (como tú dices) imberbes amongolados que van hablando de las chicas como si fuese ganado, pero intento pensar que no es un retroceso educativo si no que se les curará ese picor estúpido con la edad.

Para dar más énfasis a que es un termino y no un concepto, te pueden llamar "puta estrecha" lo malo es que el que te diga algo así, a mí personalmente me daría un poco de miedito.

david dijo...

No dramaticemos, no dramaticemos: En realidad a la autora no le han llamado puta, últimamente. La llamaron put. Que en inglés significa poner.

Y, literalmente, es cierto.

A mí me pone contento o de los nervios, según, ja ja :D

A no ser que el insultante fuese un o una cobarde de mierda con algún tipo de tara mental que le impidiese poner la última letra, en cuyo caso lástima me da del psicólogo que se cruce con semejante tarado o tarada. O taradum, que de todo hay.

inesyalfon dijo...

tú ya sabes que estoy completamente de acuerdo contigo...

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Vero en el tema. Yo he estado en mi adolescencia dentro del grupo de las estrechas, tal y como varios imberbes me llamaban despectivamente entre otros imberbes. Esos mismos imberbes que llamaban putas a las chicas que se habían dejado meter mano más allá de tocar el culo (muchas veces para que no les llamaran estrechas).
Y me he visto alguna vez (antes de empezar a tener cierta conciencia feminista) llamando puta a otra chica porque se liara con muchos chicos (y no a la cara, sino en plena reunión femenina, que es peor).
Lo que pasa es que a mi esos términos utilizados de esa manera no me hacen sonreir ahora por mucho que pertenezcan a la adolescencia. Me revientan porque son una losa más que las mujeres tuvimos que llevar, y que sospecho que ahora es mucho peor (sobre todo después de la conversación de la otra noche en la cena)

*V* dijo...

Pues si, yo creo que es un término que parte del sector masculino sobre todo porque nuestra cultura sexual es una construcción básicamente masculina, que si, si, se está modificando pero lleva su tiempo.
Yo eso espero siempre eso, Pipich, que se les pase con el tiempo y el picor propio de la edad de paso a la coherencia pero la verdad es que a veces les oyes y, en fin, miedito si que dan,si.
^_^gracias nessi!
Pues si Blanch, como decíamos el otro dia es casi peor que esos clichés absolutamente masculinos sean aceptados y explotados por las chavalinas que por los chavales imberbes con picores temporales.

Anónimo dijo...

Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.

- David