lunes, octubre 29, 2007

Formas

Cuando una conversación empieza con "no sé si debería contartelo" es una evidencia de dos cosas:
A/ que te lo van a terminar contando porque sino ya me dirás que sentido tiene meter el gusanillo de la curiosidad a la gente en el cuerpo
B/ que lo que vas a oir no te va a gustar porque va a despertar en ti alguna de esas sensaciones que implicitamente Pandora debería conservar en su caja.
Yo no se cual es la actuación genérica con estas cosas, a mi normalmente lo que me pasa es que me atrapa el silencio, porque a ver que dices ¿insistes? por qué si en el fondo sabes que lo que te van a contar no te va a gustar!... pero claro la señora Curiosidad es fuerte y suele venir acompañada de Mr. Morbo (es el que vive en la zona más masoca de tu personalidad) y por eso me atrapa el silencio, mi pequeño lado coherente prefiere que la responsabilidad de contarlo no recaiga sobre mi por haber insistido en que me cuenten algo que no me va a gustar.... y sobre todo porque mi pequeña coherencia tambien me dice que cuando alguien dice eso es por lo dicho, que te lo van a terminar contando...
A mi, sin duda, me parece una muy mala forma de empezar a contar nada por una simple asociación de ideas: "si no deberías contarmelo no me lo cuentes, pero tampoco lo menciones porque si lo mencionas ya debes contarmelo". Si, si, es una forma delicada de contarte algo, es una especie de preparación porque, imagino, nos pasa a todos que cuando oimos eso sabemos que no nos van a empezar a contar, precisamente, que nos ha tocado la loteria sino que se va a tratar de algo más parecido a cuando en el "Un, dos, tres..." en lugar del coche les tocaban los 100 kilos de pan duro (que bonita referencia televisiva para pegarse un tiro!) pero aún así, por muy delicada que sea, me parece una muy mala forma de empezar a contar algo.
Yo me quedo sin duda con la más directa, esa de "Lo que te voy a contar no te va a gustar", porque, total, para que nos vamos a andar con tonterias, si tienes que oir algo que no te va a gustar o que te va a preocupar que te lo vayan avisando desde el principio sin crear momentos dramáticos de silenciosa y tensa espera (que además son absolutamente innecesarios).
Además ese "no se si debería contartelo" a mi siempre me provoca dudas existenciales... ¿por qué? ¿porque me voy a preocupar? ¿porque no debería de saberlo y, por tanto, si me lo cuentas debo hacer como que no se nada? ¿porque sabes que no me importa o porque sabes que me va a importar demasiado?....
Al final lo esencial, por supuesto, no deja de ser el contenido a pesar de que yo me ponga en plan purista (y puñetera, claro) en esto de las formas de decir o contar las cosas que, en ciertos casos, no deja de ser lo de menos.

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo. Aristoteles

4 comentarios:

david dijo...

¿Quién te ha dado un disgusto, niña? :(

¿Y con quién te has enfadado en medida injusta o injusta?...

En fin.

Yo, bueno, ya sabes dónde estoy.

(Y que si se puede arreglar atropellando a alguien, aquí está Caracol a tu servicio)

Juan Rodríguez Millán dijo...

Tiene razón Aristóteles. Por eso cada vez valoro mucho más a las personas que saben enfadarse con quien tienen que enfadarse y en el momento justo. Cada vez me gusta menos pagar los platos rotos...

Espero que eso que no sabían si contarte no fuera muy malo...

*V* dijo...

Que va, tranquilos señores, el disgusto no ha sido para tanto, ha sido más bien la típica morriña que mosquea y que terminas plasmando en el blog como una vía cualquiera de escape :D
Gracias ^_^
Y la frase de Aristóteles me pareció estupenda por eso mismo, cada vez me da más pereza enfadarme y en el fondo es por eso, porque cuesta que todo encaje lo suficiente como para ello, total, al final realmente a la única persona a la que perjudicas con ello es a ti mismo!

david dijo...

¿¡Que cada vez te da más pereza enfadarte!?

Mira, miraaa, no te contesto porque... porque te enfadas, precisamente, ja ja.

Ya en serio, me alegro de que fuese sólo morriña mosqueante.