viernes, noviembre 02, 2007

Una de muertos



Ishi significa Hombre, Ishi no era realmente su nombre y nadie sabe cual llegó a ser su nombre. Se le ha considerado como el último Yahi, aunque ni era el último ni era literalmente Yahi, cosas de la Antropologia de la época.

Este buen hombre apareció en 1911 en una localidad de California, fue (según las cosillas de la época en relación a los no derechos de los no estadounidenses y más concretamente Indios) apresado y quedó bajo la custodia de las autoridades locales para proceder a elegir cualquiera de los dos destinos fijados (o carcel o reserva, como se pudiera). Los medios de comunicación hicieron lo propio y las noticias llegaron a oidos de A. Kroeber (el papa de Ursula K. Le Guin) que era una eminencia dedicada a la Antropologia de salvamento (osea, a recoger la mayor información posible en estado puro y más puro que un Indio poca cosa...) y solicitó la custodia del susodicho... y se la dieron, y le llamaron Ishi, y le dieron un puesto de conserje en el Museo que compatibilizaba con las exposiciones en torno a él (y con él como reclamo) que se organizaban los domingos, y se le dió un sueldo y una casita y vivió en un barrio residencial siendo un buen vecino, llevando a los niños al Golden Gate a enseñarles a tirar al arco, y visitaba a sus amigos de la universidad (Kroeber, Pope, Batwai el traductor, Boas...) hasta que años después murió de tuberculosis y fué incinerado con todos los respetos que implicaban sus ritos funerarios porque, en palabras por carta de Kroeber que se encontraba en N. York cuando esto ocurrió "entre la ciencia y la amistad, al diablo con la ciencia!". Y no se le extirpó nada ni se le hizo autopsia ni nada de lo que en esos tiempos se les hacía a aquellos que eran objeto de estudio. Kroeber cayó en una profunda depresión y no quiso volver a hablar ni de él, ni de Yahis ni de nada parecido durante 3 años. Posteriormente su segunda esposa publicó un libro dedicado a Ishi que fue lider de ventas (que es, más bien).Y colorin colorado....

Años después el cerebro de Ishi, que teoricamente debería de estar igual de reducido a cenizas que todo sus ser, aparece en el Museo Natural de Washintong... glup..... por lo visto y no se sabe muy bien como, algún grupo de nativos reivindicó la figura del último Yahi alegando que había sufrido malos tratos por parte de sus amigos universitarios y que además, la conservación integra de todos sus órganos, que es lo que permite en estas religiones llegar más que decente al Más allá y es lo que marca su culto, no fue tal sino que fué, cómo se estilaba en la época, despedazado para formar parte, entre otras cosas, de la colección de 2500 cerebros que existe en el Museo Natural. Y así es cómo Ishi pasa de ser un ser legendario rodeado de seres legendarios al más puro estilo de Greystock, a convertirse en otro símbolo más de la pugna constante entre la antropologia norteamericana y los nativos, en la que más que santos y demonios hay intereses creados, mucha cabezonería y muy poca lógica aplicada a la evolución científica.

Imagino que es normal que después de que te cuenten el cuento oficial confirmar que la versión real es que al final Blancanieves sufre malos tratos por parte del principe es descorazonador. Ni blanco ni negro, sin duda. Ni a Ishi se le tuvo en palmitas (hay fotos sobre sus últimos días posando con el arco, con toda la tuberculosis en pleno auge que te hacen agradecer la utópica evolución de la ética científica) ni tampoco se le maltrato a extremos inhumanos, creo. O más bien se trata de esa necesidad de tener presente el contexto, debes esforzarte por mantener un juicio en función del contexto intentando no caer en el argumento facil que te proporciona aplicar tu criterio ético actual (y sin poder, tampoco, renunciar a él). Lo que ocurrió fue eso, que Ishi fue sometido a autopsia por su amigo universitario Pope y la ciencia se apropio de lo que biológicamente consideró necesario (como el cerebro que fué enviado personalmente por el propio Kroeber al Museo). Tras mil pleitos y en base a la normativa actual vigente en relación a los Indios nativos de EEUU, la urna con los restos de Ishi y su cerebro se le concedió a los indios nativos del Norte que procedieron, bajo custodia federal, a realizar un entierro tradicional en un lugar indeterminado de un dia indeterminado. Dentro de la urna, en un papel se descubrió escrito el nombre real de Ishi, este dato no se ha revelado ni hay posibilidades de ello.

La historia, plagada de detalles, de verborrea, de documentos y de explicaciones de por qué ni unos ni otros son malos malísimos ni buenos buenísimos, puede equivaler a dos horas y media de charla. Resumida pierde, por supuesto, rigor y trascendencia (así que mis disculpas por las posibles generalizaciones que puedan llevar a vete a saber que tipo de error, que en estas cosas ya se sabe). Yo me sorprendo a mi misma cuando, ante lo que parecen batallitas típicas de noches de invierno y chimeneas aunque sean casos de estudio con más mensaje que el aquí plasmado, sigo abriendo los ojos como platos y dejándome llevar por la sensación de angustia que provocan, cómo si en una historia propia del dia de muertos se tratara, los finales reales que distan tanto de los felices.

8 comentarios:

inesyalfon dijo...

pero bueno! que interesante! quiero nombre de libro donde leerlo todo!

david dijo...

Inés, si quieres disfrutar de la historia ni libro ni gaitas, en un puente aéreo London/Madrid secuestra a Vero y que te la cuente de viva voz, fue apasionante.

Vero, bonita, dos comentarios a cuál más tocanaricillas, pero los hago de buena fe, palabra de amigo; Washington no lleva una g al final y has puesto dos veces "contexto" muy cerquita, en frases sucesivas. No es una palabra tan frecuente como para que eso sea natural y la cosa chirría (te lo comento por ayudar en lo posible a tu prosa).

Por lo demás, lo que te dije cuando nos contaste la historia de viva voz... La imagen de los 2500 cerebros almacenados en un museo es escalofriante pero, a día de hoy, a mí me hacen pensar en el símbolo de una antropología obsoleta. Que los cerebros, a día de hoy, no son tanto una cosa perversa y macabra sino el recuerdo de una antropología macabra y espero que obsoleta.

Ah, y otra comentario narrativo: Empiezas diciendo que Ishi no era su nombre y nadie llegó a saber cuál es, pero dices al final que alguien guardó un papelito con su nombre en su urna... entonces alguien tenía que saberlo, ¿no?

inesyalfon dijo...

ojalá...

*V* dijo...

Pues la "historia bonita" la escribió Theodora Kroeber en un libro que se llama "Ishi in two worlds. A biography of the last wild Indian of north america", en España por ahora no lo he encontrado (si lo encuentras en London compramelo, compramelo!! :D)
Pero nada, no te preocupes que cuando me escape a verte yo si quieres te doy la chapa con la historieta (aunque me da a mi que vamos a preferir marujear!)... ¿cómo que ojalá?! en cuanto mi crisis económica se estabilice yo ya te he dicho que me voy a que nos digamos mutuamente que somos lo más! XD
Si, cierto Deivid, tengo un problema con esa palabra, a veces me pasa con algunas palabras que le voy a hacer, especialmente cuando escribes rápido y no repasas, mea culpa, de todas formas ¿cuanto dices que te pagan como corrector?
Los cerebros siguen estando y se siguen recopilando, y no creo que sea o haya sido por cuestiones antropológicas.
Lo del papelito yo me lo tomé como una licencia literaria, no mia porque ya me gustaria a mi dedicarme a dar conferencias, y le di la importancia que tiene en el contexto: fijate como está la historia que hasta la posibilidad de algo incongruente como un papelito con un nombre que a todos los efectos no aporta ninguna información adicional salvo la de satisfacer el morbo (comprobado queda porque todo el Respetable se dedicó a hacer la misma pregunta)supone un cisma. A mi que existiera o no me parece absurdo, supuestamente hay una explicación muy larga para ello que, como en todo lo demás no me voy a extender, pero vamos, si te quedas más tranquilo (y con la esperanza de que no me des el Puente con la lógica matemática aplicada a la lingüística) supuestamente quien leyó el nombre y quien lo escribió han pasado a mejor vida.

david dijo...

Pero pudo habérselo dicho a alguien :>

Anónimo dijo...

NO sabía nada de todo esto, me ha gustado mucho leer esta historia...
Y me gusta tu rediseño, y coincido con los que opinan que estás guapísima con el pelo corto!!

Besos en tendencia!

*V* dijo...

Gracias Vega ^_^
Aunque no creas, el merito de la foto la tiene el autor que tira considerablemente de Photoshop XD
;*

david dijo...

Estaría bien la excusa si el Photoshop tuviese un filtro que dijese "poner guapa", que no lo tiene, y sobre todo si hubiese tenido algo que ver con esas dos fotos que son los jpgs directos y en bruto de las fotos que te hice, con tratamiento cero.

Lo que se ve es lo que hay, y si te ves guapa, es porque estás guapa, por mucho que te joda :P