lunes, diciembre 31, 2007

Ni balances ni propósitos

Callao atestado y la Gran vía imposible, más personas en la calle que en sus casas.
Clara que avisa que llega tarde y esta vez no es por su optimismo con el transporte público recalcando su creciente manía hacia el ayuntamiento. Quince minutos después ya estamos dispuestas a celebrar nuestra Nochevieja particular, sin fiestas y sin vernos obligadas a nada así que para eso lo mejor es un café y una tarta de chocolate en Fuencarral. Y nos ponemos al día, y marujeamos todo lo que podemos y nada de balances anuales ni de propósitos, que luego no se cumplen y lo complica todo aún más. Pero por mucho que me proponga no proponerme nada y por mucho que los balances anuales me parezcan un desperdicio, porque al final se resumen en "y además de dejar el trabajo para alimentar mis castillos en el aire ¿que se supone que he hecho este año?", una no puede evitar las mil imágenes que pasan por la cabeza durante unos segundos, sin orden ni concierto, en un intento de rescatar lo destacable, intentando recordar incluso lo que no recordamos, incluso lo que no se recuerda a través de imágenes. Y al final, hacemos inconscientemente el balance que no queríamos hacer.

Y lo vivido nos lleva a lo que vivimos, y empezamos con lo de siempre. Hablamos de cursos, de becas, de opciones (y no, aún no de oposiciones), de proyectos inviables, del agotamiento e intentamos encontrar la explicación de por qué no cazamos los pájaros que tenemos en la cabeza y, de paso, intentamos construir castillos de ladrillo que esta vez estén en el suelo. Pero sentadas con nuestro café en un Madrid vacacional atestado de gente nos parece una guerra de titanes y el 2008 no nos inspira nada. Este año nada de brindis anticipados con el consabido "este es mi año" de por medio, nada de balances y nada de propósitos.

Así que cambio de tercio, sin preveerlo, como siempre, sumidas en el caos. Y despertamos a las pedantes que llevamos dentro y hablamos de locución, de radio, de doblajes, de cine, de Chávez, de Marcos, de las FARC, de política nacional, de medios de comunicación, de consumismo y de moral universal mal entendida, de matices y, en el fondo, de antropología. Y lo criticamos todo, como no.

Y yo me sigo sorprendiendo por cómo seguimos manteniendo tanta vocación y por cómo, a pesar de que su carrera ahora es la radio, seguimos formando un estupendo equipo en algo tan friki como esto. Llegamos al metro y hacemos una previsión rápida sobre nuestra vida social, y nos recordamos los libros que nos tenemos que dejar y los planes que siempre dejamos a medias, para despedirnos con un "feliz año", sin balances ni propósitos aunque después, en un anden de metro si cabe más intransitable de lo habitual, se me vayan escapando poco a poco los propósitos.

Feliz 2008, querid@s. Imposible no hacer algo de balance y me reservo los propósitos aunque espero que los vuestros se cumplan.

5 comentarios:

david dijo...

Preciosas todas las fotos, excepto las mías, que belleza al margen son, sobre todo, demandables. Tendrás noticias de mis abogados, como de costumbre.

Feliz año, amiga mía de mi corasón. Ojalá tu 2008 se cierre con el balance de mi 2007, como poco.

Y un beso grande como la Torre Eiffel.

*V* dijo...

Feliz año corasón, que tu 2008 termine igual de bien que tu 2007.
Y, sobre tus abogados...soy tu agente, querido, tomateló cómo parte de una campaña publicitaria.
Un beso enorme (pa que por ser las fechas que son hasta te doy besos ;P)

ROSA dijo...

Me encanta.
Entre nuestro grupo de amigas, pasa lo mismo. Vamos de un tema a otro, sin saber bien bien por qué... Por qué será?

Anónimo dijo...

Un orgullo ver una foto mia ante tantas imagenes tan buenas

feliz año(aunque sea con unos dias de retraso)

*V* dijo...

O_O
¿Vives? (que curioso y había escrito Boves jajajajaja...)
Nada corazón, si con eso te conformas te publico constantemente y santas pascuas :P
Feliz año, de nuevo.
Besos