De becarios

Andaba comentándole yo ayer a Aroa las sutiles diferencias que vas experimentando con eso de andar de beca en beca (y tiro porque me toca) en concreto, las que se aplican a la hora de hacer las presentaciones de rigor. A mi, hasta ahora, siempre que mi supervisor de turno me había presentado al personal lo había hecho en los términos "Esta es Verónica, la nueva becaria" así que yo ya me autoidentificaba como "Verónica, la becaria" (cómo imagino que en su momento Pedro I, el cruel se identificaba con su nueva condición). Pero en esta nueva beca ha habido una modificación sustancial que yo la asocio a que mi supervisora es nueva en eso de tener esclavos propios y aún no está suelta en esto de informar a los demás sobre la existencia de un precario a su cargo. Así que el otro día, empeñadísima en que me fuera con ella a una reunión, le tocó hacer las presentaciones al personal allí reunido y consiguió dejarme a cuadros cuando me presentó como "esta es Verónica, está aquí solo por unos meses"....

Bien, en la presentación estandar inicial (la de "Verónica, la becaria") esas cosas quedan implicitas (igual que lo del sueldo simbólico, que estás allí para encargarte de lo más pesado o la libertad horaria, que dicho sea de paso, es lo más gratificante de todo el asunto). En esta presentación nueva a mi me dió la misma sensación que si mi médico me dijera que me queda un pequeño plazo de vida, te genera más angustia.

En lo relativo al "prestigio" no se cual de las dos opciones es mejor, la verdad, porque en una te quitan cualquier tipo de respetabilidad porque de todos es sabido que si por algo se considera al becario como el último mono de la compañía es porque no sólo es el que no tiene ni idea de que trabajo terminará haciendo sino porque además es tan pringado que está echando horas por un precio simbólico, es más temporal que el más temporal de la empresa y no tienes vacaciones. Así que cuando te presentan como becario es toda una declaración de intenciones, tras esa presentación ya sabes que vas a sufrir una ignoración constante o, peor, un tratamiento paternalista de lo más agotador.

Pero que hagan la presentación con tu carta de despedido por delante, eso anula cualquier tipo de autoridad o credibilidad que puedas tener, los demás lo único que saben de ti es que la empresa te ha contratado para tener el inmenso placer de echarte a los pocos meses. Ni siquiera saben si eres becario o no, simplemente que estás allí por unos meses así que eso puede ser por dos cosas:

A/ que seas alguien sumamente importante encargada de alguna misteriosa auditoria

B/ que eres tan capulla y estás tan desesperada que has cogido un puesto de trabajo con un corto plazo de vida.

Existe la posibilidad de que alguien con tablas saque la conclusión real, que mi supervisora es tan nueva en esto que por intentar hacer como que no tiene un esclavo a su cargo me ha presentado de forma confusa y abstracta. En cualquier caso la conclusión siempre es la misma, a los pocos días son más que conscientes de que no estás dentro del grupo A y terminan ignorandote de la misma forma que cuando te presentan, claramente, como la becaria.

Lo dicho, las becas dan para mil elucubraciones, recordadme que os cuente porque he decidido que el director financiero es un cerdo (ahora no puedo, la magnifica libertad de horarios característica de la vida becaria me permite irme de fin de semana!)

La imagen de Forges, claro.