domingo, abril 13, 2008

CIEs




Una colaborar no colabora activamente con nada aunque lo intenta con todo. Será esto seguramente por ser inconstante, por estar incapacitada para el compromiso (en general), porque siempre me surge alguna pega tarde o temprano por esa capacidad mía para buscarle las tres patas al gato.... a saber.

Entiendo que las organizaciones/asociaciones/colectivos/loquesea no sólo son importantes sino que son esenciales en un Estado de derecho basado en un sistema democrático aún tan verde como el nuestro, y que para formar parte de ellas se requiere un compromiso que yo a día de hoy no puedo proporcionar, más por esas pegas que mi Yo inconformista hasta con lo inconformista busca que por otra cosa sobre todo porque aquello de que la unión hace la fuerza no es sólo un mito sino que debe ser una premisa si se desea conseguir algo efectivo. Así que siempre me he resistido a formar parte de ningún grupo y menos si, en general, los objetivos del grupo me parecen loables, porque mis pegas (que seguro que surgirían) no ayudarían en nada.

Eso no quita para que a veces, en el metro, abra un periódico, y luego otro, y luego otro....y se me escape una sonrisa y una sensación de semi victoria robada. Que se me despierte la envidia sana al imaginar lo que se debe sentir al comprobar que al menos algo se consigue, aunque sea una relativa trascendencia mediática temporal, aunque sea un mínimo de publicidad.....sobre todo después de tanto tiempo trabajando en algo, sobre todo para poder mantener cierta esperanza de que se consiga algo.

Y termino haciendo una de esas llamadas que pospones constantemente, improvisamos una comida y me dejo impregnar por esa esperanza, por ese optimismo, por esa ilusión que se desprende de quien intenta hacer algo.Y te vuelves a casa con una sonrisa, sintiéndote un poco más egoísta pero ligeramente más tranquilo porque sabes que hay gente como ellos ahí.
Porque seamos sinceros, por mucha queja o crítica que pueda suscitar, sin movimientos sociales estaríamos jodidos, sin gente como ellos no sería lo mismo.Y es que a alguien le tenía que tocar ser el punto de presión del sistema.

A veces da gusto, dejarte impregnar, ponerte en la piel de otro, pringarte aunque sea temporal, estar allí, con los timbales, con las pancartas, con la causa, con la gente, como mero observador semi participante para ver como sus nervios de hace dos días se convierten en organización, comprobar la satisfacción en la cara de quienes lo han organizado cuando se dan cuenta de que pueden mover a la gente desde detrás de un micro, simplemente con palabras.....para mi, que además de ideas estaba allí por personas, me ha encantado comprobar el brillo de los ojos de quien lleva tanto tiempo dejándose hasta los restos por eso tan utópico como es a veces localizar lo que es justo.
A veces merece la pena levantarte del sofá.

No hay comentarios: