domingo, junio 22, 2008

La forma de las palabras.




Cuenta el capítulo 11 del Génesis, que en el comienzo de los tiempos los hombres empezaron a construir la torre más alta jamás vista, con la intención de alcanzar el cielo. Yahve, enfadado ante la vanidad del ser humano, les condenó a no entenderse para que no pudieran terminar su trabajo y jamás alcanzaran el cielo.
Y tras esto, Yahve, descansó, convencido de haber cumplido su misión y haber enseñado a los hombres la gran lección de humildad. Pero Yahve tiende a equivocarse, por lo visto, y no contaba con aquellos que habían hecho del silencio su propio sonido, a fuerza de escucharlo.
No contaba, Yahve, con que el ser humano le podía dar forma a las palabras sin el habla, con sus manos, con sus cuerpos, y que aquello era, sin duda, más universal que el habla. Se le olvidó que Babel tenía otro idioma, el que partía del silencio y para enmendar su error, hizo que todos lo olvidaran y que ignoraran a los hijos del silencio, a aquellos que no podían olvidar que los sonidos de las palabras pueden tomar forma a través de las manos, de los gestos, de los cuerpos, esos que solo oían el atronador sonido del silencio.

Aprendí a llamar a mi madre con las manos mucho antes que con mi voz. No recuerdo una palabra que no haya intentado decir por señas, aunque algunas me resultaban tan imposibles que terminaba escribiéndolas. La gente aún se sorprende cuando, años después, conocen a mi madre o a mi familia o, simplemente surje en una conversación, y se enteran de que son sordos, pero es que para mi no es algo reseñable, es sencillamente algo normal.
Mi madre me enseñó la forma que tiene el silencio, y la forma que se le da al sonido con las manos. Me enseñó a dibujar palabras en el aire, con las manos, con los gestos, con el cuerpo. Aprendí a hablar con la voz y con las manos. Y después, con los años, aprendí lo que era para mi madre el atronador sonido del silencio, ese que parte de los demás, de los otros, de aquellos que no entienden que hay quien tiene por sonido el eco de su pensamiento.

Lo aprendí cuando en centros sanitarios la decían que para atenderla debía ir acompañada, o cuando el tendero de turno soltaba alguna coña aprovechando que mi madre no le oía (absurdo él por pensar que sus hijas tampoco), o cuando las santas funcionarias se desgañitaban para hacerla entender un trámite (¿como se puede aprobar una oposición sin que sepas que aunque grites si una persona no te oye, no te oye?), o cuando los viandantes decidían emitir sus precipitados juicios sobre la educación de mi madre cuando la preguntaban algo estando ella de espaldas y no contestaba. O cuando recuerda cuando aún podía escuchar música. O cuando lees el teletexto. O cuando en una cena, una boda, un evento, todo el mundo habla, con aspavientos pero sin señas, y ella habla mientras con sus pensamientos.

Intentadlo, intentad repetirle a alguien, sin verte obligada a decir que tienes una minusvalía, que no le has oido y que te repita qué ha dicho, en más de dos ocasiones porque os podeis llegar a sorprender de lo bochornoso del comportamiento humano.

La Lengua de Signos es, desde hace relativamente poco teniendo en cuenta el reconocimiento del resto de minusvalias, lengua oficial del estado lo que, en teoría, obliga al Estado a disponer de un interprete en todos los organismos de la administración pública. Y el Estado, como está generoso, me ha concedido por fin un curso de LSE. Y hoy he disfrutado horrores durante seis horas en un aula dibujando en el aire con las manos, dando forma a las palabras, difrutando del bullicioso silencio, para que no sólo mi madre sepa qué estoy dibujando.
La foto, de David .

10 comentarios:

Anónimo dijo...

me has emocionado, Vero. Como siempre cuentas muy bien las cosas: con las manos cuando las agitas o cuando pulsas teclas, supongo que también cuando hablas.

Besos en silencio

Verónica dijo...

Y yo que he entrado por entrar, en mi primer día sin tabaco de esta nueva cura de toxinas .... ¡Anda que si no entro, lo que me pierdo!

Hay testimonios que, en sí mismos, te ponen la piel de gallina. El tuyo es uno de ellos, y punto (es que me alargaría, me pondría tontona y acabaría esto fatal, que me conozco).

Espero que te permitan seguir disfrutando, espero que sigas dibujando en el aire y que, con el tiempo, infinidad de personas puedan saber qué estás dibujando.

Enorme, también, la foto. Al autor, tal vez, le guste saberlo (hoy reparto para todos).

Besos silenciosos.

En el Nucleo dijo...

Siempre he valorado muxisimo el podr de las palabras no dixas con la voz, las palabras dixas con las manos,con los gestos,con todo el cuerpo.
Tampoco he sido nunca demasiado aficionada a hablar.
Magnifico post,te felicito
un saludo

Anónimo dijo...

me has emocionado ¡tontaaaa!,espero que aprendas muchísimo y puedas enseñarnos al resto.

Un beso grandote para tí y para mamá.

Pipilota dijo...

A mí también me has emocionado. Sabes que tengo una debilidad tremenda por vuestra madre.

Recuerdo lo asombroso que era verte hablar con ella cuando no eras más que un pispajillo que no levantaba ni medio metro del suelo.

Enhorabuena por el curso y por lo que lo estás disfrutando, más que nada, porque lo haces extensible a nosotros.

david dijo...

Te ha quedado tan bello que casi no te voy a echar la bronca porque en el link a la foto salga un link a la foto subida en a Blogger en vez de al archivo donde está, o que el link final que recoge la autoría esté mal. Ejem.

Yo ya te dije.

Y respecto a la educación de la gente, yo creo que la mitad lo hacen sin malicia, por ignorancia o desconocimiento. Y la otra mitad, los imbéciles y los gilipollas, a quién le importan.

Anónimo dijo...

Me sumo al comentario de pipi,desde chiquitina ha sido y es alucinante verte hablar con tu madre, siempre he pensado que hay una corriente especial entre vosotras

ROSA dijo...

Qué envidia! El poder de la comunicación lo demuestran estas personas...

Este mes, en la news de la empresa, mi compañero Marc escribirá sobre "el poder de las palabras"...
Por cierto... usaran la palabra crisis o desaceleración?

*V* dijo...

Gracias Vega, aunque en persona eso de contar las cosas se me da de pena, a ver si hay suerte y otro día hay menos ruido, menos emoción por esto del futbol y más chachara relajante ;D

¿Tu tambien, Verónica, en plena fase de desintoxicación??! bueno, no quiero decir nada que te siga incitando a ser una yonki asi que...suerte!y gracias a ti tambien, un placer que os guste.

En el núcleo, todo tiene su encanto, las señas, la voz, la música.... cualquier forma de comunicación tiene encanto.

Su, os enseñaré todo aquello que mi paciencia y mi escasa destreza me permitan :D

Uy! Pi, pues te aseguro que lo que me está demostrando el curso es lo pésima que soy hablando por signos!! anda que quien me lo iba a decir a mi!! ná, todo el encanto de la infancia se quedó en la infancia xD

Deivid, el link de la foto ya sabía yo que no iba a ser el correcto....lo confieso, no lo comprobé! y graacias, viniendo de uno de mis escritores favoritos una se pone colorá ;P... y sé, sé, yo ya sé que me dijiste. Y sobre la gente, hay de todo, ya sabes.

Gracias pepa! aunque te digo lo mismo que a Pi, que esto de hablar por signos de forma oficial anda que no es jodido ni ná!

Pues si Rosa, la verdad es que otra cosa no pero ser conscientes de lo importante de la comunicación lo son un rato, si.

Besos, y los mis sonoros! ;D

ROSA dijo...

Hoy he tenido una reunión con una invidente y me he acordado de ti! Qué tia más inteligente! Con sólo un encaje de manos, ha sabido cómo iría la conversación!