sábado, octubre 18, 2008

De insomnes




Querido Insomnio,

Ha sido un placer para mi compartir contigo estos meses de actividad. Es enriquecedor, cuanto menos, el ser consciente del movimiento de rotación de la tierra durante las horas nocturnas, sin duda mirar desde la cama hacia el cielo y llegar a apreciar los detalles del movimiento de las nubes y las pocas estrellas que por Madrid se dejan ver, es una experiencia inolvidable.

He de reconocer que también ha resultado sorprendente descubrir cuantas ovejas caben en un corral, cuantas historias ficticias se pueden recrear durante las horas establecidas para la inactividad humana y cuantos métodos de relajación sin resultados óptimos puedes llegar a inventar hasta que asumes la derrota.

Actualmente, gracias a tu inestimable compañía, poseo un amplio repertorio de historias irreales que creo empiezo a mezclar con la realidad, he mejorado considerablemente en las matemáticas gracias a esa suma constante y repetitiva de elementos, mi visión nocturna está fase experto y la hidratación de mi cuerpo es óptima, gracias a la cantidad de agua consumida sin motivo aparente (indicarte que mi vecino de abajo también agradece enormemente mis paseos nocturnos al baño motivados por esta nueva costumbre de beber agua nocturna y por mis experimentos gastronómicos para conciliar el sueño). También he reparado que mis ojos se han hecho más grandes y han adquirido un mayor movimiento (y un tono azulado con matices morados debajo de las pestañas que le dan un punto muy chic a mi rostro), deduzco que los efectos del café, que consumo para poder ser un Ser social por el día, y el aprovechamiento de las horas nocturnas para contemplar la realidad están haciendo que empiece a adquirir tics y expresiones gestuales más propios de una cocainoma que de una humilde insomne.

No cabe duda de que gracias a tu poco valorada presencia, actualmente poseo un importante repertorio de coletillas que aparecen en todas las escasas conversaciones que me veo capacitada para tener y que mis extensas conversaciones carentes, quizás, de sentido pero ampliamente gratificantes para mi misma, se han reducido a simples "puede ser" o "más bien no, pero da igual". Creo que eso me está dando un matiz profundo bastante atractivo (me gusta pensar eso a que más bien parezco o yonki o subnormal... es preferible no infravalorar tus aportaciones).

Me he dado cuenta que existe un nuevo tipo de frustración bastante más básica que cualquier otra que es la de tener necesidades vitales mínimas y no poder cumplirlas, reducirlo todo al mínimo siempre te hace replantearte tus principios y actualmente has conseguido que yo pase los días deseando únicamente dos cosas en mi vida: dormir y comer en un plato de cristal (esto ultimo, desgraciadamente no es fruto de tu esfuerzo, lo siento).

Digamos que no se me ocurren motivos más consistentes para valorar tu compañía pero, querido, como te digo, dormir es un placer del que yo disfrutaba (escasamente, pero disfrutaba) y este nuevo método de permanecer en duermevela sin tener demasiado claro que es qué, está convirtiendo en un bicho infinitamente más verde de lo que ya era. Así que aunque tu estancia, (bastante prolongada ya, dicho sea de paso) ha sido enriquecedora en muchos aspectos para poder entender profundos y viscerales matices de mi persona, agradecería enormemente que intentases en la medida de lo posible hospedarte en otro lugar porque yo y las mil personalidades que ahora poseo gracias a ti, deseamos desde lo más hondo dormir diez horas sin interrupción y no recordar si se ha soñado o no (no soñar o no recordarlo es algo de lo que yo me jactaba...).

Sí, si, lo sé, dormir de tres a cuatro horas diarias sin llegar a dormir del todo te hace apreciar la naturaleza en toda su esencia, ser consciente de las horas del día, del cambio del día a la noche, de los matices de los cambios climáticos de un día para otro y despierta tu creatividad aunque te veas incapaz de darle una salida plástica porque la pereza domina todo tu ser. Pero entiende que una puede ser bastante celosa de su intimidad y tener hobbies extraños como, en este caso, dormir.

Agradecerte de antemano tu comprensión e indicarte que en tu próxima visita prometo ser más clara en lo relativo a los periodos de permanencia. Espero no sea demasiada molestia pedirte que abandones tu cometido hoy y que busques otros seres en los que llevar a cabo tu proyecto sobre la modificación de la conducta humana si se le priva de una de sus necesidades primarias.

Atentamente.

4 comentarios:

Pipilota dijo...

¿Sabes que tengo una cinta que cuenta ovejas? ¿te la grabo?

Yo también añoro profundamente comer comida recién hecha y en platos de cristal :(

Anónimo dijo...

Guapa, me has pillado cenando. ¿Insomnio? uhm... échate un canutillo o algo de eso.

meriklimpt dijo...

me ha encantado, genial!! Un saludo.

*V* dijo...

Pi...grabamela, por dios!!!... ná! tenemos que decirle a la Inés que nos eche un cable y nos busque un piso en madrid centro XDDD (ay...que ya sé que pasa el dia 14!! madre mia que cabeza tengo!xD)

guapo, así me gusta, que te alimentes que ya tienes edad ;D... mmmm...el consejo no es malo pero es que los efectos de ciertas cosas en mi son otros...

Gracias meri!

Besos a partes iguales