miércoles, enero 28, 2009

Sobre el No




Mi natura me impide decir No, de hecho recuerdo que hace mil años mi hermana me comentó que había un libro de autoayuda estupendo que se titulaba "Cuando digo No me siento culpable" que quizás me convendría leer, sacando a colación sin previo aviso los mil traumas o moñadas que debe ser que arrastro y que me impiden decir No.

No descarto por supuesto que el sentimiento de culpa es, sin duda, el principal causante de esta tara y que, más que por alguna experiencia dramatico - festiva de mi vida, se debe a pertenecer a una sociedad en donde la culpa corretea por todas partes. Pero la mayoría de las veces no tengo ni puñetera idea de porque no digo que No, es más bien como si tuviera puesto el automático y siempre dijese "Vale!".

Evidentemente no digo "vale" en todas las situaciones aunque he de reconocer que mis "noes" no son precisamente rotundos y suelen ir acompañados de una bonita sarta de excusas incoherentes en donde en la mayoría de los casos se me ve el plumero y es la otra persona la que se ve obligada a decir que no por mi. Patético, lo sé, pero no creas, te deja en líneas generales una tranquila conciencia aunque también una confusa visión de las situaciones.... los mormones me adoran, terminan diciéndose "no" ellos solos y dudan sobre qué es lo que ha ocurrido.

Y todo esto me lleva a los planes. Tengo una estupenda capacidad para reunir mogollón de planes en un mismo día (o fin de semana que en el fondo es cuando vivimos...) incompatibles entre si por cuestiones temporales o incluso geográficas. El otro día me comentaba una amiga que en sus momentos de euforía nocturna decía que "si" a planes futuros con una rapidez pasmosa de tal forma que sin quererlo terminaba por tener unos cuantos viajes a corto plazo que la tenían sorprendida. Pues algo así pero in extremis.

Así que debe ser por eso por lo que determinados fines de semana me junto con mil planes entre los que, sinceramente, no se cómo elegir. Y volvemos a empezar, después de tanto decir que si ahora me veo obligada a poner mil excusas para decir que no.

Definitivamente quiero un clon o un teletransportador.....o dejar de querer hacerlo todo, es otra opción porque creo que lo de decir que No en ciertos temas no es viable. En el fondo va a ser que tengo un político en potencia dentro de mi.

3 comentarios:

meriklimpt dijo...

A mi también me cuesta horrores... pero a veces me siento mas culpable haciendo algo que en realidad no quiero, que simplemente diciendo que NO. Un saludo!

Verónica dijo...

Pues no sé que es peor, si el siempre No o el siempre SI, supongo que tendremos que analizarlo.

¿Eso quiere decir que si te propongo que quedes conmigo no vas a poder decir que no? ¿Y si te pido unos cuantos euros? ¿Y si te lloro para que tengas un hijo por mi? ¿Y si? ¿Y si¿ ¿Y si?

En el fondo, lo que ocurre es que no sabemos negarnos a aquello que nos apetece, aunque, en el después, no nos apetezca tanto o no nos hayamos dado cuenta de que para ese mismo día teníamos otro compromiso de antemano. Semos buena gente, eso es todo, no hay que darle más importancia.

Queremos vivir y queremos vivirlo todo, y, luego, claro, pasa lo que pasa....

¿O no? Joer, ya estoy empezando a dudar ... mal andamos. Me reafirmo, sea lo que sea lo que he dicho.

*V* dijo...

Si en el fondo yo lo pienso y todo lo que hago es porque quiero hacerlo porque nunca haría nada que no quisiese hacer (y no voy a seguir que no me apetece terminar parafraseando ;D)

verónica, por supuesto,somo gente estupenda, eso se nos nota a la legua! y tu pide, pide, que yo lo que esté en mi mano te lo concedo maja!

Besos guapas!