lunes, octubre 04, 2010

De suburbanos




En el metro, en hora punta y, especialmente los viernes, me convierto en una nazi* de mucho cuidao. La parte positiva es que me doy cuenta, la parte negativa es que me doy cuenta cuatro días después, en mi casa porque en ese momento me parece que tengo toda la razón del mundo.
Y la razón es (o razones):
-los jubilados deberían abstenerse de coger el metro.
-las marujas deberían andar que eso rebaja mucha pistolera.
-los guiris podrían hacer algo por la economía y coger taxis que sino a los que salimos por las noches los taxistas nos clavan lo que no han podido clavarle a los guiris. Igualmente no vendría mal que a los guiris les dieran un folletito en el aeropuerto indicándoles que cuando uno monta en una escalera mecánica del metro o se mete en un vagón en donde no se puede ni respirar, es un detalle que la mochila en la que se puede transportar perfectamente un cadáver, vaya en el suelo.
- Los estudiantes deberían tener exactamente el mismo folletito, es más, deberían ser sancionados (multas, multas, que la economía anda chunga) porque ellos sí viven en Madrid y sí deberían saber que a nadie le gusta tener una mochila en la cara. Además alguien debería explicarles que demostrar su ramalazo hippie contra toda norma, es guay, todos lo hemos hecho, pero sentarte en el suelo cuando el vagón va a reventar es una temeridad. Al próximo niño sentado en el suelo le piso la cabeza.
- Las embarazadas deberían estar de baja desde el mismísimo momento en el que se les note la tripa así si estamos sentados no nos vemos obligados a esconder la cabeza en el libro y mirar de reojo al de al lado para que le deje el sitio y ayudarnos a superar la culpa.
- Las madres con bebés no deberían ni siquiera acercarse al metro y así nos ahorraríamos carritos, bebés colganderos que crees que vas a matar en cada frenazo del conductor psicópata del metro, ni llantos estridentes en tu oído. Que los niños son muy monos pero los cercanos y cuando están más lejos.
- Si estás lesionado ¿por qué no te coges un taxi y te das ese homenaje? ¿Qué necesidad de ir con la muleta despertando la compasión ajena para que te dejen sentarte? (entre la embarazada y el jubilado, probablemente... y eso, en hora punta...). Además, me encantaría ver si los sábados por la noche la pierna les molesta tanto cómo cuando van poniendo caras en el metro para que les dejes el sitio.
- Muerte a la jornada reducida. Si cada uno tenemos un horario, lo tenemos y punto así que tenemos preferencia los que sufrimos ese horario intensivo diariamente. Pero no, llega el viernes y allí estamos los de todos los días, más los jubilados que sabe dios donde van, más las marujas que te codean y te empujan y si te descuidas te calzan una hostia, las embarazadas, los lesionados, los bebes, los niños no tan bebes pero que están en el metro a horas de cole sólo pa joder, los adolescentes sentados en el suelo, los guiris con las mochilas y además los de la jornada intensiva de los viernes...
Y en esas, tienes que ir preguntando "Perdona ¿vas a salir?" con toda la amabilidad que puedas porque eso te han enseñado. Pero de repente, todo el mundo es sordo y no te queda otra que decir "pues por las buenas o por las malas tu verás"
Y claro, sales encabroná, y se te dispara la vena nazi porque mientras intentabas salir un guiri te ha arreado con la mochila en la cara, casi se salta la lentilla, mientras trastabillas haces llorar al bebé que a puntito está de vomitarte encima, para evitarlo pisas al adolescente que te mira y dice cosas propias de la niña del exorcista, intentando esquivar al adolescente y hacerte hueco hasta la puerta el jubilado, casualmente, te toca el culo mientras la maruja enlacada te da un codazo porque para entrar y para salir la primera siempre será ella. Y me estoy ahorrando citar a los alérgicos al agua con jabón.
Así que te pasas todo el recorrido hacia la puerta haciendo "tch" hasta que sales y te liberas diciendo "coño" (que se note que eres de Madrid y que tu también marcas territorio en el metro aunque sea en el anden).
Pero luego, después de murmurar todo tipo de tacos sobre la fauna del metro, lo pienso y concluyo: en el metro me convierto en una nazi de las buenas.
Tengo unas ganas de estar jubilada para darme paseitos en el metro ná más que pá joder...(nazi, nazi...)


*Nazi: Dícese de aquellas personas que muestran un talante o temperamento intolerante hacia los demás sin motivo aparente o por causas absurdas. El término se usa en relación a una moda de mediados del siglo XX que se caracterizaba por gente muy encabronada y con muy malas maneras, que puteaba a diestro y siniestro, por culpa de cosas absurdas que decían señores bajitos con bigotes muy marimandones que usaban palabras extrañas.

11 comentarios:

Clara dijo...

Jajaja! No te preocupes yo soy una nazi, pero todos los días. Con eso de que voy a trabajar y me tiro toda la tarde de pie o sentada en un "punto de apoyo", (que más bien podría llamarse "silla de la muerte" por los dolores que produce) miro a las marujas mal y me siento sin compasión en cuanto veo un sitio libre. A fin de cuentas mi espalda está infinitamente peor que la de toda la "fauna metril"

pepa dijo...

Te han faltado las estupidas con coleta que se pasan el trayecto menando la cabeza buscando no se que en un vagon atiborrado, lo que provoca el barrido constante de tu (mi, nuestra) jeta nazi suburbana.

ETDN dijo...

¿Y qué me dices de los "generosos" adolescentes que comparten la música con todo el vagón?

Sobre las marujas y otras señoras suburbanas: (del blog de Ivan)

ETDN dijo...

No me ha salido el enlace, a ver si ahora:

http://paraperplejos.blogspot.com/2010/07/mutacion-en-las-senoras-el-cuerno.htmlhttp://paraperplejos.blogspot.com/2010/07/mutacion-en-las-senoras-el-cuerno.html

Verónica dijo...

Si ya sabía yo que debía darme una vueltica por aquí ...

Te estaba viendo, según te iba leyendo. Para que la cosa fuera compartida, he leído en voz alta, espero que te hayan llegado las risas de mi plural.

Teniendo toda la razón del mundo, que la tienes, podrías explicarme esto: ¿cómo es posible que eche de menos mis viajes en metro en hora punta?

Un chubasquero que te cubra completa tal vez te sirva ..... Es sólo una sugerencia, que conste.

Besos

Verónica dijo...

Si ya sabía yo que debía darme una vueltica por aquí ...

Te estaba viendo, según te iba leyendo. Para que la cosa fuera compartida, he leído en voz alta, espero que te hayan llegado las risas de mi plural.

Teniendo toda la razón del mundo, que la tienes, podrías explicarme esto: ¿cómo es posible que eche de menos mis viajes en metro en hora punta?

Un chubasquero que te cubra completa tal vez te sirva ..... Es sólo una sugerencia, que conste.

Besos

*V* dijo...

jajajaja... ese es otro de mis argumentos mentales mientras me desquicio por momentos, el de "yo merezco sentarme que llevo todo el día currando!" (eso me cabrea profundamente, también...)...

Huy, es verdad Pepa, las coletas y los pelos ajenos... alguna vez me he visto colocandome detrás de las orejas mechones que no eran míos.. :S (me planteo llevar unas tijeritas en el bolso...)

Esos, Marina, son los peores! por lo menos en los ochenta llevaban a cuestas un "loro" inmenso que daba imagen de malote... debería estar prohibido que cierta gente tenga móvil (tendría que ser requisito, de hecho: si no lo vas a usar para lo que sirve no debes tenerlo!)

Da gusto verte paseando por aquí y por tu blog, Verónica ;D

Y gracias! me alegro que os hayais reido (reirse no tiene precio, ya sabes ;D). Normal que eches de menos el metro en hora punta, yo me quejo mucho pero ¿qué sería de mí sin la fauna subterránea!?

Chubasquero, chubasquero... razón tienes.

Besos varios

Anónimo dijo...

Las embarazadas de baja también cogemos el metro...

*V* dijo...

Y yo os dejo sentaros, lo juro :)

ferh dijo...

el Nazismo fue algo demasiado serio para tomarselo a broma.

*V* dijo...

Absolutamente de acuerdo, igual que la inquisición... cosas, ambas, que inocentemente, doy por superadas.