Cómo estamos en El Año Electoral
más intenso de los que he vivido en todos mis años de votante (que no son
pocos, ahora que lo pienso) yo, personalmente, he decidido desde hace ya un par
de meses, que es cuando calculo que ha empezado la salvaje campaña electoral,
guiarme por “estás imputado- no estás imputado” “estás condenado-no estás
condenado” y, siendo un poco más compleja, “lo has cumplido- no lo has cumplido”,
que para eso tenemos prensa y, más importante aún, boletines oficiales y actas.
Esto, claro, no quita que, como
todo homo internetensis que soy, me deje llevar por las bromas, los chistes y
los bulos que pululan por esas nuestras redes sociales que nos animan el día a
día. Esto, probablemente, no marque mi voto pero me hace pasar ratos entretenidos,
riéndome o cabreándome o reflexionando sobre chorradas, según.
Y es que se están comentando y
publicando cosas realmente estúpidas al mismo tiempo que estamos disfrutando,
como hacía años que no pasaba, de grandes debates y entrevistas a la clase
política en general.
Por ejemplo, una de las cosas que
se ha sacado de madre sólo por hacer el chiste y la crítica fácil fue lo de
Albert Rivera y los peces. Sé bastante poco o nada de Ciudadanos, la verdad,
por lo que leo muchos lo consideran la alternativa conservadora a los partidos
tradicionales. Ni idea, sé que cuando leí lo que había dicho no me lo tomé como
algo para echarse las manos a la cabeza sino más bien como aquello que antes,
en los años del 0,7% se reivindicaba sobre ciertos países, potenciar el desarrollo
interior frente a ayudas que no estaban llegando. No sé qué quería decir este señor,
la verdad, pero reconozco que los cien mil chistes sobre el tema me hicieron
gracia. Eso no va a condicionar mi voto, solo me hace gracia.
Me pasa lo mismo con lo que leo
sobre “las perlitas”. Puede que con el tema Podemos estemos ya un poco más informados
aunque sea porque tienen más publicidad que Coca-cola (ya sea directa o
indirecta). Lo de las perlitas va sobre una alcaldesa del PP que ha concedido
una entrevista a ABC para quejarse de que Pablo Iglesias la suspendió tres
veces por llevar perlas, que en clase se dirigía a ellos como “a ver, la rubita”
o “a ver, la de las perlas” y que el temario era su ideario político. Señores
de ABC, esto es una sarta de gilipolleces, y luego que si la gente bromea.
En mi carrera se miraba mucho eso
de si el profesor tenía tendencias políticas o no, sobra decir que mis
profesores estaban hartos de ser acusados de tendenciosos, es lo que tiene ser
historiador que terminas hasta el moño de los que te culpan de que los hechos
fueran los hechos. Además se enseñaba
algo, creo yo, que mucha gente obvia porque es más divertido pensar que si
estudias Historia te limitas a memorizar hechos y fechas, te enseñaban a
elaborar un discurso y, entre otras miles de cosas, la importancia del sesgo dentro
del discurso. En investigación social es importante que el autor aclare su sesgo,
no os fieis del que no habla de donde viene porque no os está informando de
hacia dónde ha tendido su investigación de forma inconsciente. Digo esto porque
en mis clases era habitual comprobar de que pie cojeaba cada profesor pero
también había un sesgo en los alumnos, se agrupaba a los profesores sobre todo
en función de la especialización: los de medieval eran fachas, los de
antropología progres, los de América más fachas que los de medieval y los de
prehistoria vivían en su propio planeta. El ideario está en todas partes, los
clichés ni te digo. Tuve profesores que atacaban al
capitalismo y profesores que lo defendían y aquello me proporcionó capacidad
crítica.
Además, si algo caracteriza la universidad son
las revisiones de examen. En esas sí había veces que obtenías perlas gloriosas
de los profesores, y otras tantas te daban ganas de esconderte por la vergüenza
de comprobar lo que escribiste en un examen. Vamos que lo normal es que si tú
crees que te han suspendido por las perlas que te vayas a la revisión y que si
no quedas conforme te vayas al decano que, otra cosa no, pero al final el
decano termina siendo como tu tutor personal. Si hubiera habido una revisión de
examen la señora de las perlas estaría diciendo “me dijo que me suspendió por X
pero yo sé que fue por Y” que es lo que hemos contado muchas veces sobre muchas
asignaturas.
Ser profesor es complicado, serlo
en una universidad lo es aún más. Así que dudo mucho de este tipo de historias
porque lo justo sería revisar el expediente de la chica de las perlas que dice
que viste normal porque compra en Zara (los que compramos en modas mari debemos
vestir mal o raro), revisar las reclamaciones realizadas y ver la base de estas
comparándolas con otros de los miles de alumnos que pasan por un aula
universitaria.
Nos queda un año electoral muy
largo y mucha campaña sobre todo en los medios de comunicación que por lo visto
están convencidos de que en España se vota en función de si te equivocas en una
frase o no, de si alguien te acusa sin base o de si un candidato es más guapo y
más mejor que el otro. Lo peor es que no
se equivoquen y terminemos votando así.
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